De amarillo, de pasado
que guardo
evado.
Aquí está,
razonamiento tuyo.
Brillante desesperanza.
¿Será una barda más?
¿Existe oportunidad?
¿La fuerza dónde está?
Misma esencia
latente
constante:
costra se desprende
de tanto rascarle.
No logramos cicatrizar
tu lo razonabas
yo a ciegas escuchaba
asentía, luchaba.
Lucha mal dirigida
no soy la única
con fantasías.
¿Es este el quiebre,
o la luminosa ceguera
del camino que aún espera?
Sacrificas el vuelo
por juego;
pausa interna,
recuerdos desvelados
agotados
apagados.
Conocido mío
¡reencarnemos!
me conoces.
Una vela
respira y tiembla.
Suero de tiempo,
– confía – :
el amor ceda.
domingo, 31 de mayo de 2009
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