domingo, 30 de agosto de 2009

~ pensamientos ~

Sensación de lejanía en mis pensamientos, como si el papel del inconsciente y el consciente se hubieran invertido y el primero empujara al segundo al infinito.

¿Serán mis miedos? o la certeza aplastante de la inseguridad-segura, segura de si: pesa su presencia en el paisaje de mis pensamientos.

~ nacer de nuevo ~






















Se despide de mí, terminó dosis del sur de América, lo más sur que conozco hasta ahora; me despido y voy con ese número 3 pintado de nuevo y una caja de escarabajos que revelan mi corazón cansado de querer nublar el sueño y retomar algún tipo de vuelo. El tiempo juega conmigo y enreda los hilos blancos y negros que me esfuerzo por tejer ordenadamente en un manto de deseo. Esperanza y desesperanza al mismo tiempo.

Tantos espíritus a mi encuentro y yo: hondo pulmón ecuánime y desierto.

Pero aquí no acaba el suelo, ni las luces, ni la luna ni el cielo, aquí renazco y muero luego para nacer de nuevo.

sábado, 22 de agosto de 2009

~ quichua ~

SHUNGO

~ Oriente Ecuatoriano ~


(escrito en Quito por ahí del 3 de Agosto)
Voy con las nubes que se llevan el páramo sin rumbo, aquel que viene y va sin importarle a quién enchina la piel con su abrupta premura. Con este viento que me hace encontrar la libertad en forma de niebla que viene y viene rápido rápido rápido encima me envuelve y respira por mi. Tengo noción de "el otro", me lo trae ese viento y cielo inequívoco y voluble. Lo tomo y me elevo en la tristeza de mi vientre apagado, la alegría de mis pulmones llenos y mis ojos que brillan de vez en cuando con últimas semillas, lágrimas desde un alma siempre apunto de renovarse.

~ hombre de arena ~


Me retomo hombre en tiempo efímero, por tus pestañas entran y salen fotográficas hazañas, llanuras, caminatas. Mordida en espacio quieto, pesca celeste, encontrada la piel de arena y la sangre de vida vertida en carnavales y amaneceres. Cambias el tiempo para reponerlo luego, vertirlo en el horizonte que tienes enfrente, demasiado demasiado grande para ponerlo en palabras: claramente lo saboreas con tu paleta de recuerdos.

~ la pequeña muerte ~

de Eduardo Galeano en "Amares"

"No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su viaje, a lo más alto de su vuelo: en lo más hondo, en lo más alto nos arranca gemidos y quejidos, voces de dolor, aunque sea jubiloso dolor, lo que pensándolo bien nada tiene de raro, por que nacer es una alegría que duele. Pequeña muerte, llaman en Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos nos empieza. Pequeña muerte la llaman; pero grande, muy grande ha de ser si matándonos nos nace."

~ a Diana ~


Sólo aquí respira calmado tu sueño
en hondos remolinos bajan
tus tormentos hechos cuento,
vueltos al silencio.

Un duende te encanta al oído
mientras hipnosis en cuerpo lunar desaparecido
danza mi libertad,
grita, mirando hacia adentro
tus ojos vueltos espejo.

viernes, 21 de agosto de 2009

(Escrito en la región de Manabí, Ecuador por ahí del 12 de Agosto)
De Guayaquil a la región de Manabí, Puerto López. Iré al mar a seguir el camino cierto de renovación. Veo entre plátanos y niños calor húmedo "restaurante el silencio" el original.

Humo de tierra
la costa se oculta detrás de madres con niños despreocupados;
detrás de un hombre inquisitivo, mirada verde que invade mi espacio;
de montes cambiantes, caricias para los ojos.

Pienso en la colisión, en la prisa desorientadora.
Perdido el amor como en un bosque o una ciudad.

Se peinan las montañas con sus copetes de nubes,
galanas reciben la fiesta de la noche en Xipijapa.